José Fernández Allel, profesor asistente en el Depto. de Ingeniería Eléctrica, Facultad de Ingeniería en la Usach.
Desde hace algún tiempo, el concepto de “hidrógeno verde” ha ido ganando popularidad en los debates sobre energía y sostenibilidad. Pero ¿qué es realmente el hidrógeno verde y por qué es tan importante en el futuro energético del planeta? En primer lugar, el hidrógeno verde se produce a partir de fuentes renovables, como la energía eólica o solar, a través de un proceso llamado electrólisis del agua.
Este proceso utiliza electricidad desde fuentes renovables para separar la molécula de hidrógeno del agua, sin emitir gases de efecto invernadero y sin depender de combustibles fósiles, lo que lo convierte en un combustible limpio, sostenible y con un índice de contaminación cero.
El hidrógeno verde tiene el potencial de transformar la forma en que obtenemos y utilizamos la energía. La versatilidad es una de sus grandes ventajas ya que puede utilizarse en una amplia gama de aplicaciones, desde el transporte y la industria hasta la generación de electricidad y la calefacción. Por ejemplo, los vehículos de hidrógeno emiten solo agua como subproducto, lo que los convierte en una alternativa limpia y sostenible a los vehículos de combustión interna. Además, el hidrógeno verde se puede utilizar para almacenar energía a gran escala, lo que podría ayudar a abordar uno de los desafíos de las energías renovables intermitentes, como la energía eólica y solar, al permitir el suministro constante de energía cuando sea necesario.
El hidrógeno verde también tiene el potencial de tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. A medida que el mundo lucha contra el cambio climático, la necesidad de fuentes de energía limpias y renovables se vuelve cada vez más urgente.
De esta forma, el hidrógeno verde puede ayudar a descarbonizar sectores de la economía que son difíciles de electrificar, como la industria pesada y el transporte marítimo y aéreo, lo que podría tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones globales.
Pese a todas las ventajas que podemos encontrar en el hidrógeno verde, todavía hay grandes desafíos asociados a su producción, almacenamiento y distribución. Por ejemplo, la producción de hidrógeno verde todavía es costosa y requiere una infraestructura adecuada.
Además, se necesitan regulaciones y estándares claros para garantizar que el hidrógeno verde se produzca de manera sostenible y segura, evitando la dependencia de fuentes de hidrógeno obtenidas a partir de combustibles fósiles.
En resumen, el hidrógeno verde representa una gran oportunidad para una revolución energética sostenible. Con su potencial para proporcionar una fuente de energía limpia, versátil y renovable, tiene el poder de transformar la forma en que obtenemos y utilizamos la energía, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y creando un futuro más sostenible para las generaciones futuras. Es hora de que nos unamos en la transición hacia un mundo impulsado por el hidrógeno verde y exploremos todo su potencial para un futuro energético más limpio y sostenible.